MI DIA D A LA HORA H(O HACHE Y MEDIA) EPISODIO II: MI VIDA DE JUBILADO

Ahora es el momento de parar, mirar alrededor y decidir el siguiente paso... ¿mañana madrugo y voy a correr o me quedo en la cama hasta la una?. Ese es el tipo de duras decisiones que he de tomar en estos momentos. Pero me gusta esta tranquilidad, la tranquilidad que da la sensación de un trabajo bien hecho, de haber cumplido, de haberme mantenido firme mientras a otros les ha temblado el pulso. No, no se confundan, no he pulido el examen, no estoy en esos puestos privilegiados que se pelean por compartir residencia en random hospital madrileño, pero nunca he pretendido, he querido o he pensado en jugar en esas ligas. No les descubro nada que no sepan.

Pero estoy contento, y disfruto de mi vida de jubilado, sin cuestionarme a mí mismo y disfrutando de la tranquilidad que da el no tener que repetir semejante infierno. A pesar de la alegría, cuando miro atrás pienso en todo lo peleado y me doy cuenta de que no era más que el principio, que lo más duro, pero también lo más agradecido, está por llegar. Y es en esa mezcla de relax, temor e ilusiones, donde vivo ahora. De profesión, estudiante jubilado.

Lo demás son una cantidad ingente de castillos en el aire, futuribles servicios de futuribles ciudades que no tengo ganas de visitar, un triángulo de decisiones peligroso y darse cuenta de que uno ya no es universitario. Por mucho que vayas a los mismos bares, o te relaciones con gente de la universidad, algo ha cambiado dentro de tí que te hace alejarte del espíritu universitario. Ya no bebes cualquier cosa en cualquier bar, ya no le entras a cualquier chica con cualquier fin y sobretodo, no cuentas los días que quedan hasta la próxima fiesta universitaria, esas que dan comienzo a las nueve de la mañana y terminan al amanecer del día siguiente.

Me despido como lo hacía el gran George Peppard..."Me encanta que los planes salgan bien"