MIS FANTASMAS ATACAN AL JEFE


Vitote:"La verdad es que cuando lo pienso digo, joder qué jilipollas era"

B:"No digas eso"

Vitote:"Es cierto, sigo siendo bastante jilipollas"


Han pasado diez años, yo era un hacha en Counter Strike y daba hachazos en el campo de fútbol, se me notaba ya la vena de talonador. Tenía granos en la cara y pesaba más o menos lo mismo que ahora, antes por el regaliz rojo ahora por el MIR y su inactividad física inherente. Las chicas no me hacían ni puñetero caso y ahora...bueno, ahora más o menos, aunque de vez en cuando alguna decida darme su número de teléfono en la parada del bus. Por aquellas fechas ya escribía mis monólogos y practicaba mis imitaciones, flipaba con "El Informal" y dibujaba los mapas de Commandos en la mesa de clase del instituto. Instituto en el que sacaba nueves y dieces sin despeinarme, y en el que me había ganado a los más matones a base de chistes, era años luz mejor que el colegio. Creía que el efecto 2000 nos devolvería a la edad de piedra y me quedaría sin poder hacer muchas cosas que todavía no había hecho, como comprarme una Dreamcast( malpensaos ). Por aquellas fechas aún me ponía la camiseta de Fernando Redondo y llevaba a Laetitia Casta pegada en mi carpeta.

He cambiado mucho desde entonces. Por aquellas fechas no sabía que me subiría tantas veces a un escenario y que lo echaría tanto de menos cuando lo dejase de hacer. No sabía que me convertiría en talonador de un equipo de rugby, y que lo echaría tanto de menos cuando se acabase. Echar de menos, la nostalgia se acentúa cuando en estas fechas estás esposado a los libros. Todo parece estar más lejos, pero cuando me acuerdo de todo lo que aquel chaval de 14 años consiguió a base de esforzarse y creer en sí mismo, me doy cuenta de todo lo que puedo hacer, de todo lo que aquel chaval regordete y bromista fanático de AC/DC se merece que haga por él. Porque su esfuerzo no habría servido de nada si yo ahora me dejase dominar por la desesperanza, las estadísticas y los pronósticos nada halagüeños.

Y ahora, ahora me veo más cansado, más barbudo y más ansioso. Hago de todo un mundo. Un día 125 es un resultado aceptable, y al día siguiente es un resultado de mierda. Me exijo y me relajo, decido sustituir preguntas por paseo reconfortante y al momento me siento culpable por desperdiciar mi tiempo. Vivo en esa ténue línea que separa la locura de la cordura, el buen humor de la ira. Me odio y me quiero por partes iguales. Puede parecer equilibrado en el global, pero si estratificamos por horas el resultado puede ser muy diferente( cuando la epidemiología entra en tu cuerpo sólo puede salir rompiendo tu pecho como el bicho de Alien o con pequeñas chorraditas así, y no quiero poner perdido el suelo de mi habitación). Cualquier médico me recetaría unas vacaciones, dichosa automedicación.

El futuro, el futuro es incierto, el Vitote de hace 10 años se veía ya como entrenador del Salamanca o con algún libro publicado. El Vitote de hoy se conforma con verse el día 23 con un cohiba en la mano celebrando que la tormenta ha acabado( en honor al Vitote del 99 a quien le encantaba "Independence Day"). El Vitote del futuro estoy seguro de que estrenará la década con ilusión y con ganas, porque esté donde esté seguirá corriendo para apoyar en cada melée, seguirá haciendo chistes estúpidos y soñando con cambiar el mundo, aunque sea el poco que tiene alrededor.

¡FELIZ DOSMIRDIEZ!

MI SONRISA DE JUGÓN

"¿Por qué todos los jugones sonríen igual?"

Andrés Montes, Filósofo y alegravidas


Me gustaría tomar unas cañas con Higuaín. No, no me he levantado esta mañana y me he afiliado al Florenteam, lo que ocurre es que escuché y ví malamente el partido del Madrid el sábado pasado porque no tenía simulacro. Hay que saber disfrutar de los pocos minutos de libertad que se disfrutan en este día a día de esquemas y rotuladores velleda. El gran retraso de la imagen procedente de HuangdongTV me permitía escuchar la SER con el suficiente desfase como para poder fijarme en ese tipo de detalles en los que no te fijas cuando ves un partido en riguroso directo. Cuando sabes cómo va a acabar la jugada te esmeras en descuartizarla en pequeños pedacitos para encontrar el error. Más o menos como cuando corriges un simulacro y descubres aquella palabra que cambia el sentido de toda la pregunta, sí, esa que no detectaste cuando hiciste el simulacro. En el partido hubo un jugador que destacó por delante de todos según los medios, Cristiano, pero hubo otro jugador que si me lo permiten, no es tan buen futbolista como CR9 pero que es más futbolista que CR9, ese no es otro que Higuaín.

El chico pelea y trabaja, corre para apoyar, se desmarca y aplaude a sus compañeros. Siempre está donde se le necesita. Recuerda a Jack Lemmon en "El Apartamento", que Florentino quiere un nidito al que llevar a su querida, nada, que llame al Pipita y él no tendrá reparos en largarse. A la mañana siguiente Gonzalo se levanta y lee los periódicos( diría "tabloides" pero sin decir "británicos" después sería como decir "marco" y no decir "incomparable"), no es protagonista de ningún artículo, pero eso a Gonzalo le da igual, al día siguiente volverá a su trabajo con una sonrisa en la cara dispuesto a salvarle el culo al jefe, al pelota del jefe y al niño mimado. Sin Gonzalo el Madrid no podría funcionar.

En el MIR ocurre algo similar si se me permite el símil balompédico. Existe un grupo, el de tocados por la gracia de Dios, que les premió con memoria fotográfica y nalgas de acero para poder marcar un hito en ese examen, para repartirse las plazas más glamourosas, los balones de oro, los Fifa World Player y los premios onze. Luego estamos el resto, los que salimos al campo a darlo todo, aunque no seamos técnicamente tan habilidosos o agraciados, damos nuestro máximo, pero claro, el resultado no es tan óptimo. Somos como ese niño que es malo a las canicas pero por muchas que pierda sigue comprándolas y jugándoselas a pesar de que se espera lo peor, sigue pensando que si no lo intenta nunca llegará su momento.

Gonzalo es feliz todas las mañanas yendo a trabajar, porque es el trabajo que siempre ha deseado tener y disfruta haciéndolo. No necesita premios, ni ser portada de ningún periódico. Él seguirá dando el máximo igual, y sonriendo cuando las cosas vengan mal dadas, recibiendo patadas y levantándose. Porque todos los jugones sonríen igual. Mientras, en la cúspide de la cadena alimenticia habrá quien reciba premios y lo celebre demostrando que lo merece, como Messi ante el Depor, y habrá quien crea que sólo por su nombre puede hacer un partido bueno de cada 5, como Kaká. Habrá quien sea mejor futbolista y habrá quien sea más futbolista.

En cuanto a mí, qué decir, no estoy en la cúspide de la cadena alimenticia, ni me rodean los resultados espectaculares, pero sigo levantándome cada mañana con las mismas ganas de darlo todo aunque a veces me pueda la desesperación( ¿a quién no le ha vencido a estas alturas?). A pesar de ello sigo sonriendo, porque alguien dijo una vez que todos los jugones sonríen igual y yo llevo cuatro días con una sonrisa en la cara.

PD:Es pecado no escuchar el disco de Them Crooked Vultures, dicho está...

MIS CINCO CANCIONES BUENROLLERAS

Llevo dos semanas sin saber qué escribir, de qué hablar, qué enfoque darle al blog ya que últimamente no tengo grandes historias que contar y hablar de lo que estoy estudiando se me hace pesado, repetitivo y agobiante, muy agobiante. La verdad es que siempre he tratado de escribir acerca de las cosas graciosas que me iban ocurriendo aunque siempre tratando de mantener esa perspectiva que todos descubristeis y, creo, disfrutasteis en "Venía a prácticas...", pero la ausencia de hechos en mi vida ha ido matando a este blog. Sé que muchos echais de menos las crónicas rugbísticas que aderezaban cada semana mi antiguo blog y otros echais de menos las historias que me iban surgiendo a lo largo de los días. No me gusta sentar cátedra, ni opinión, me gusta narrar.

Pero sin hechos a mano voy a inaugurar una nueva sección en el blog que espero que aporte algo de frescura y que no todo sea hablar de medicina ni de depresiones mirescas. Para esta sección me he querido inspirar en un personaje literario con el cual me siento bastante identificado: Rob Gordon. Sí, lo sé, "Alta Fidelidad", "qué socorrido", "qué esperable", "cuántas veces no lo habrás mencionado ya". La obra de Hornby me llegó y la película con el gran John Cusack entró directamente a mi top 5 de imprescindibles. No, no contaré nada, lean el libro o vean la película, no voy a hacer una jodida sinópsis ¿se puede decir jodida en el blog?, a partir de hoy sí. Rob tiene la manía de hacer listas, algo que denota indecisión, cuando no eres capaz de decidirte por una única cosa tratas de amontonarla con otras y tratar de darle un sentido, no sé lo que acabo de decir, pero tampoco lo pretendo.

Al meollo del asunto...

Para este primer top 5 he seleccionado cinco canciones que me dan buen rollo, por cómo suenan, por lo que me recuerdan, porque me gusta levantarme con ellas por la mañana, por lo que sea. Y no hablo de canciones asociadas a momentos concretos de mi vida, esa sería otra lista, sino canciones que me transportan a ese tan necesario estado de "no existen problemas, cierra la bocaza y déjame disfrutar estas notas". Allá vamos...

5-El Besolla F.S. , La Excepción- sé que muchos odian a La Excepción, pues que les den un hueso del jamón manío. La Excepción hace puro rap buenrollista sin dejar a un lado la crítica, pero siempre manteniendo un punto de vista cercano, más de tapas de Van Dyck que de nouvelle cuisine. Cuando les escuchas te los imaginas en un banco de un parque rodeados de sus amiguetes litrona en mano y un cuaderno en la otra, y eso señoras y señores es una situación puramente zen. Todos los que hemos pasado nuestras tardes de ñajos jugando al fútbol, al de verdad, al de porterías con jerséis y largueros marcados por la altura de salto del portero, al de hacerse llagas en las rodillas y el bocata de nocilla, amamos esta canción. También todos aquellos que hemos practicado deporte de equipo, el nerviosismo pre-partido, el compañerismo, las coñas internas. Mínimo te hace mover la cabeza asintiendo, máximo te hace imitar una bicicleta, pero de las de De Pedro, no de las de CR9.



4-Mr Maker, The Kooks- lo tiene hecho, es un tipo feliz, la canción suena agradable, te hace como mínimo mover de forma rítmica el talón mientras te preparas unas tostadas. Él está bien, le irá bien. Tú estás bien y te irá bien. Te puede salvar la vida un lunes por la mañana después de un (mecagonlafísicarelativista) corto domingo.



3-Three little Birds, Bob Marley- no soy un rastaman, pude hacerme rastas pero preferí dejar mi exuberante afro, aquel al que mis originalísimos compañeros de instituto acostumbraban a lanzar papelillos que yo iba descubriendo a lo largo del día. No soy un rastaman, me dejaron por un rastaman una vez y quizás les tengo manías por ello. Pero sin ser un rastaman, me es imposible negar el poder buenrollizador/buenrollizante de esta canción del tipo que decía iluminar la oscuridad. Filosofía de baratillo, pero en el fondo toda la filosofía es de baratillo, eso incluye desde los trozos en los que la señorita Grey filosofa sobre la vida y la medicina al final de cada capítulo, hasta la de ese relamido amigo tuyo que se ha leído "La insoportable levedad del ser" y pretende utilizarlo para llevarte al catre. La del señor Marley era mucho menos angustiosa y casi tan válida como ese dicho portugués que dice que "os velhos só quérem putas e vinho verde" disculpen mi portugués a la altura del mejor tiro a puerta de Marcelo.



2-Angels of silences, Counting Crows- canción que podría sacar de un pozo a un elefante con zapatos de cemento. Te pone en pié con las primeras notas, a pesar de que la letra se refiera a un tipo al que acaban de dejar, da igual, después de hacer esta canción estoy seguro que Duritz se tiró a los bares a buscar otra musa, porque habilidad no le falta a este señor para camelar. Parece tratarse de la etapa de aceptación, esa fase de "sé que la he liado parda pero podría arreglarlo si tú quisieras que lo arreglara". La redención, como la venganza se sirve en plato frío, pero que a diferencia de ésta sabe a equilibrio, a no le debo nada a nadie, a logro desbloqueado. En definitiva, a buen rollo.



1-De buena mañana, La Cabra Mecánica- una canción sencilla, sin alardes, una declaración de amor al despertar de los domingos, cuando te lavas la cara, te miras al espejo y haces balance positivo, porque los balances negativos no existen cuando la voz de Lichis se pasea con una bolsa de pipas y el "As" bajo el brazo sobre una calle adoquinada con las cuerdas de Julián Kanevsky. No hay vídeo de ella en youtube, pero podréis encontrarla en spotify o cualquier apaño similar.


Éste es mi top, si les ha gustado la sección, se mantendrá...